El confinamiento se esta llevando a muchas parejas a estar prácticamente las 24 horas juntos, aislados de otras personas, y por tiempo indeterminado, conociendose como nunca antes. Algunas parejas, bajo estas circunstancias rigidas y exigientes, se están decidiendo ir por sus caminos separados. Algunos ya se están haciendo preparativos para divorciarse.
Muchos deben seguir trabajando desde sus hogares, al mismo tiempo que deben velar por el cuidado de los niños, entretenerlos para hacerles llevaderas las interminables horas de cuarentena y, por supuesto, las obligaciones domésticas, todo resultando en tierras fértiles para discutir, darse cuenta de diferencias de prioridad y carácter.
Y lo peor, que no hay escape, las parejas deben permanecer conviviendo bajo el mismo techo ya que no pueden violar el confinamiento. También están los problemas financieros que históricamente han sido motivo de ruptura. Los abogados contactados por el medio norteamericano coincidieron en que habrá un aumento en las solicitudes de divorcio después de pasar la cuarentena.
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